Soy un numero que no existe
la discontinuidad de mi raiz
convierte a la función de mi
existencia
en la grafica de una tangente
Soy un problema en la continua,
la dimensión negativa
dentro de un infinito
(Si lo divides entre un número,-
que se acerca
-el resultado siempre va a ser 0)
y carcome
-no hay función-
(Raiz de menos cuatro
no existe?)
Tiende a
pero no existe.
Tiendo a mi existencia
pero en realidad,
da lo mismo un cero
que una i
De chico quería ser policia
uno grande y fuerte
para golpear inocentes
mi sueño
era aquella macana
y el ruido hueco que hace
en la cabeza de un yonqui
Ese uniforme azul
que representa autoridad casi
divina
que te pone al frente del mundo
para enseñar
como tienen que ser las cosas
que no los engañe el sucio
comunismo
con sus propuestas absurdas
y su olor a mierda
porque la verdad se esconde muy
adentro de una caja fuerte,
en la piel ya de un color morado
por los golpes del justiciero,
de las lagrimas desconsoladas de
una madre
con el hijo muerto en un cerro,
y sobretodo en la sangre de un
transeúnte
en el lugar equivocado, en el
momento incorrecto
Hace un mes
que me prohibieron comprar
alcohol barato.
Dice el cura de la iglesia
que por eso sueño con matar a
todos
Hace tres días que no como.
Quiero guardarme ese hambre
y empaparla en aguardiente;
torcer los dientes de dolor,
Imitar los gestos de mi primo
el cocainomano
Para que parezca
que me está dando un ataque
Ahora por fin entiendo
a ese hombre tirado en la calle
que me sonreía con sus tres
dientes
y lanzaba un beso al cielo
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Felicitaciones a Manosanta editores y a Lucía Ortuño por esta iniciativa.
La fotografía que ilustra este post es del gran Erwin Olaf.