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FABIÁN O. IRIARTE DE LA HEZ HUMANA Y OTROS POEMAS

 


dave krugman



Se comprende la finalidad de la escritura 
al observar las rayas de la cebra

 

cuando se quitan citas y alusiones / qué queda de ti

qué te queda / hay un lugar

que no puedes atravesar / qué remedio te queda

cruzar rayar / marcar y rasguñar / livre de la nature

si vinieron en manadas

corriendo / ¿el fondo es la zona blanca o las negras líneas?

huirás o te quedarás / como una cebra


* 

thy self thy foe

(soneto I) 

de las bellas criaturas / qué deseamos

que la nunca rosa / nunca rosa muera

pero el tiempo / deceso agostamiento

en la memoria tierna

 

y tú en tus ojos tú / tu yo encerrado

alimentada luz de llama / yo sustancia

hambruna hostil / contra rara abundancia

cruel enemigo / dulce enemigo propio

 

que eres ahora / ornando el fresco mundo

de alegre primavera solo heraldo

ocultando en capullo / tu contento

 

avaro en darte / en el desgaste tierno

piedad o el mundo / el mundo de otro modo

en desaparecer / tu propia grave tumba


*

 La tejedora

 

Freoðuwebbe (“peace-weaver”)

Beowulf, v. 1942

 

Agridulce es el amor: la estrategia no dio buen resultado.

Siguen peleando, nunca se detiene la guerra

entre hermanos y amigos. El odio se enciende

como fuegos ocultos.

 

Pero yo aprendí el amor. Conocí tu cuerpo.

No había visto un hombre desnudo, nunca, antes.

 

El arte de tocar es complejo y curioso.

Adivino tu cuerpo. Es la oscuridad.

 

Mis dedos te recorren como si fuera un mapa,

como si leyeran los signos de bahías, elevaciones, rincones, la costa.

O como si fuera un tejido, como si siguieran los hilos

en su trama, en el telar, los nudos, el entrelazamiento.

 

Te sigue mi mirada “lúbrica como un mono”,

ebria como una nave suelta, sin lastre, sin anillos de oro,

a la deriva.

 

La guerra continúa, a pesar de todo.

El amor se aprende de a poco. Se enciende

como fuegos ocultos.

 *

Las colchas

 

Fernando Fader,

Museo Caraffa, Córdoba.

 

 La proximidad de los colores, rojo, ladrillo, amarillo yema,

la serie de formas, los cuadrados cuadrados cuadrados.

 

La trama de las vidas se teje en este cuarto.

 

Las Parcas cortan el hilo de la leyenda / estas mujeres cosen

hilo con hilo, chisme con chisme, relato con relato.

 

El hilo no se corta nunca, se va deshilando cada vez más,

y más, se aleja por metros y por años, la hilacha se ve

detrás de cada acto, cada hecho hecho y deshecho.

 

*

En Japón imaginariamente

 Y allí está el sentido

de la diferencia entre decir y ver:

no se ve. Hay un “jardín de palabras”

en el que siempre llueve y llueve.

 

La repetición de hechos ha sido llamada

“monotonía”. La repetición de notas musicales,

melodía o paralelismo.

 

Sin embargo, no lo es.

Absolutamente. La vez segunda, o tercera,

o ciento catorce, delata cambios perceptibles.

Muchos aceptan.

 *

 Los ciegos

 Hay que tener cuidado. El animal ciego no ve, pero sabe, más que cualquiera de nosotros, la exacta ubicación de cada cosa y persona en el universo.

 

Sabe dónde están ahora la luna, el tenedor y el secreto de catorce años. Sabe de dónde salió esa música temprano y por qué no hay arrugas todavía en la superficie de la seda.

 

Antes de la ceguera, era la noche. Todo era nada cuando no se veía. La ceguera es consecuencia de un descuido. De la ceguera de Dios, a quien nadie ve pero que puede ver. La ceguera es definición de la ceguera.

 

Las arañas son ciegas. Estamos atrapados en sus redes, somos moscas de su pequeño inmenso universo. Nos vemos en rodeos, como hablamos. Bajo el brillo macular de un sol negro.

 

El diseño reticular está indicado para producir vértigo. Para estar en el centro remolino. Para caerse y romperse. Ya entraste en vorágine.

 

 *

Se pregunta el viajero,
en su barco con rumbo desconocido

 ¿Será deseo lo que advierto en la mirada

del pasajero sentado en cubierta

en la butaca de lona, con la mirada perdida

e infinita en el mar?

 

¿Y del mar al cuerpo de ese otro pasajero

de largos ojos grises y gráciles miembros?

¿Se llamará deseo?

 

Ese joven de jacinto, esas manos que han tocado

barro y madera, ¿será deseo? ¿Será una larga cicatriz,

enorme y luminosa?

 

¿Este deseo de ser mirado también

y tocado como barro y madera? ¿Esto que me pasa

a mí, con la mirada perdida

e infinita en el mar? ¿En estos celos?

 

 

dave krugman




De la hez humana

 

Evito la locura cagando más.
Richard Gwyn, The Vagabond’s Breakfast

 

 

Las conexiones son inesperadas. Confiesa que le divierte la manera en que “el bienestar del cerebro y el del intestino están tan conmovedoramente conectados”. Y ofrece consejo: “Hay que sacarse la mierda de encima antes de que a uno le llegue al cerebro.” Las conexiones son involuntarias.

 

Las conexiones son inesperadas. Insistía Salvador Dalí con la teoría psicoanalítica de que, en los sueños, el oro significa mierda. El lenguaje es dorado. El estilo es de plata. El siglo es de oro. Las palabras que usás son auríferas.

 

Tu garganta es argentina. Tu dicción, aurisecular. Tu acento, una porquería. Cuánta anáfora, cuánta elipsis para atreverse a decir la verdad. Dicen que (a veces) Rembrandt pintaba con sus propias heces. La rima es involuntaria. La rima es injustificada. El oro, devuelto a la tierra, “as useless to men now as it ever was”. Hay que encerrarlo entre paréntesis. Hay que guardarlo bajo tierra. Como la hez. Érase una vez.

 




Procedencia de los poemas: “Se comprende la finalidad de la escritura…”: Devoción por el azar (Buenos Aires: Bajo la Luna, 2010. / “Thy self thy foe”: Litmus test (Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral, 2013). / “La tejedora”: El punto suspensivo (Batán: Letra Sudaca, 2014).  / “Las colchas”: Las causas del desconcierto (Buenos Aires: Zindo & Gafuri, 2016). / “En Japón imaginariamente”: Al comienzo era sólo un murmullo (Santa Fe/Mar del Plata: Universidad Nacional del Litoral/EUDEM, 2017). / “Los ciegos”: Ileso no saldrás (Mar del Plata: Es Pulpa, 2022). / “Se pregunta el viajero…”: Entre los juncos y la baja tarde (Mar del Plata: CEPES, 2022). /  “De la hez humana”, inédito.

 

 

Fabián O. Iriarte nació en Laprida (Provincia de Buenos Aires, Argentina) en 1963. Reside en Mar del Plata desde 1979. Enseña Literatura Inglesa y Literatura Comparada en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Algunos de sus libros de poesía son: Devoción por el azar (2010), Las confesiones (2012), Litmus test (2013), El punto suspensivo (2014), Sópola temprar (2017), Al comienzo era sólo un murmullo (2017), Pocas probabilidades de lluvia (2021), El método del discurso (2022), y Con sutiles artimañas (2023).