amanuense
logra una máscara
membrana entre luz
canta olvida época
cara cuento y hace
un baile dentro
del infinito
en la templada fiel forma
Oh volantín
con esfera dibujada
vuela cada vez más alto
y anudo el hilo de repuesto
sobre el hilo madre que sostengo
jalo hacia la tierra ya que el huracán
tironea hacia el espiral ilimitado
aúno ambos hilos y no pierdo
nudo de relato y reverencia
ato sierpes dimensiones
sumo hilo mientras
sople viento
veneno
dorso ver
curvando en oro
sonido punzar de cicuta
venera caracol que discurre
venérea sierpe suerte ciclópea
film en grave ojo ola en la ida ondulada
ya ven heno de a poco a la mente alimenta
menta con gracia divierte este cuenco espacioso
badajo cráneo abollado bollando brillante cerúleo
dormido en el ojo centenio se pierde en el hielo la pista
acaba conmigo en signos colmillo de ofidio veneno silencio
en bandada entro en la
circunstancial
puerta que abres de particularísimo polvo
cuando gastas la llave en su bronce tu fruncido ceño
entro ya múltiple y siento el silencio campana
la sal ya caída del pecho arcoíris se abre
los hilados del aire hecho de antes
los silencios reunidos
como pájaros idos apreciamos tu cielo
nos creamos en tus claros esteros
son los nidos pulidos con el brillo del oro
en bandada los siete colores
por el prisma presente
en tu cuenco ya sales
breves diamantes
pequeñas raciones de aves
convidadas por dioses que aposentan en sangre
hogares flotantes idonido
mineral en la carne
numeral redimido
son las notas
que oyes
cetro mántrico
cero donde calzar
descalzo mientras tanto cerdo
tránsito en el descenso inmundo
atrapados aquí alzo mi cetro mágico
en el subtiempo argollado caigo
empuñado mástil con aros
frotan frutan columna y asta
el cetro mítico del tempo salto
por la corona tu vientre hálito
anillos rematados en pétalos
flexible escama lagar lagarto
rapto en utensilio de cedro vasto
cetro álgido vibra cada vértebra ad-vierte
aliento serpiente des-hábito en el silencio
tacto en lo yerto y bajo en cero grado en cerdo
tierra negra y el colmillo luz en
materia espesa
renueva su nutriente centro cetro hasta abajo
del viejo árbol y savia brilla y llega hasta el graznido
y la tinta magra que descargas en fluido con secuencia
en seres ovarios reinos eléctrico río en aire envuelto a sonar
antiguo eco elemento en notas sostenidas bemoles y rotas
trance de estrella viejo destello ocupando número y sitio
donde universo devora quieto en los sentidos su pensamiento
pesando en plumas unos latidos guadaña guarda con su misterio
noche de notas surgentes como luceros que paren juntos
campanarios ruidos demiurgos péndulo y plumas de la serpiente
dados o dioses en sus carretas que ya sin eje narran sonajas
nuevas rodajas reales tonadas carnes abriendo la misma llama
para posibles mundos en siempre o en los altísimos horizontes
el discípulo abierto
en manchas de tigre
el maestro pensante en la rienda de sí
el extranjero permanente nómade hasta el fondo
el que obtiene una forma de equilibrio
el éxtasis de ser elemental
la voluntad de cuerpo
el hijo rebelde
saturno
el oro
dado sin rol
la recurrencia de seis
caras lo mantiene junto
veintiún ojos y una
incógnita en su centro
persigue el sol
con sus disfraces
su azar es sal
mutación
al cero
espejo
lago
posible
en el plexo
cuadrado
parece cruz
los santos son animales
la geometria humana
el corazón de los astros
la furia eterna
la muerte amiga
la síncopa el vino
de la copa el ánfora vela
por no se derrame
la danza del soma la críptica
nota te nombra azulada
en el edén erosionado
aroma siento
silencio
reposo
en la natura
despierto
en el sueño de la rosa
Lucas Marín (Mendoza, Argentina, 1974) es un
artista multidisciplinario cuya obra se despliega en diversos formatos: pintura,
dibujos, fotografías, micro-escenas y poemas en un continuo de investigación
que actualmente incorpora la danza. Ha realizado diez exposiciones individuales
y ha participado en más de treinta muestras colectivas. También ha generado
proyectos de intervención en la escena artística de Buenos Aires como Mapa
Líquido, un espacio donde pasaron cerca de cien artistas. Entre 2010 y 2017
dirigió la Fundación Pan y Arte, vinculando diversas ramas artísticas,
movilizando grandes cantidades de público y con reconocimientos como el premio teatral
Ace a la sala. Fue parte del equipo de creación de la beca ABC de Artes Visuales,
única beca gratuita que dio lugar a tres grupos de artistas (41 becarios) luego
reunidos en un libro. Realizó curadurías y textos para más de 35 muestras de
artistas de varias generaciones en diferentes espacios. Desde el 2018 coordina
el área artística de Umbral
Cultura. Es docente desde hace treinta años en su taller y en diversos
formatos y grupos, construyendo un método de enseñanza que denomina Caja de
Herramientas. Hasta ahora ha publicado los libros Pizarras (2014) y Flor
inaudita (2021).
