En el archivo
Te busco.
Las letras se disuelven en las hojas,
música lenta. Espero
tus ojos
un pedacito de cuello.
Pero asoma un jardín.
El nombre echa flor, el corazón
se abre saltan
gacelas,
despunta el verano.
Cielo
Cuando estoy herida, me voy de gira.
Enciendo las luces.
Y a dar vueltas.
La última vez conocí un tipo
en el cine de la calle Bleecker.
Me lo traje a casa. ¿Me resbalé,
me caí? Pasada de gin.
Perdí. Todo me daba vueltas. Él
me sostuvo la cabeza,
me hizo un té.
Nunca olvidaré la amabilidad de los
extraños.
Me siento, tomo champán color pis.
Me duele.
Me duele como el cielo.
El cielo está en todas partes, y yo
saco la lengua y lo toco.
Pobre león con esa
melena color pis no pudiste
contenerlo no pudiste
vomitarlo solo te
quedaste ahí bien quieto.
Te tomaste una dosis
de realidad todo
desapareció.
Te regaló un sueño.
Sos un leoncito bebé.
Él te domina sin mucha ceremonia.
Atravesá el aro.
Ay, corazón, ¿cómo podés
seguir haciendo esos
trucos para él?
Yo te ofrezco
la amabilidad de lo extraño
y vos insistís con ese viejo sentimiento.
Un infierno sobre ruedas.
Aceleralo.
Lista para partir.
Para volar.
Para morir.
Ey, kamikaze
no me digas
que querés cambiar.
Lo único que quiero es
acomodar la almohada.
Ver el cielo.
Ser el vuelo. Podés
abrir el correo.
Mi postal va a llegarte
cuando menos lo esperes.
Va a decir: ojalá
estuvieras acá. No más
bombardeos. Caer
en picada. Prenderse fuego.
Un contacto humano.
Ojalá hubieras sentido ese
contacto humano.
Ey
chico atrevido, qué
pérdida de tiempo
hundirse con el barco.
¿Cómo trascender
si quedás
culo para arriba?
¿Qué querés, el cielo
con tu pelo al viento
con tu pelo al viento?
Agarrate amor
yo te llevo.
En el baño
Estabas en la bañera al lado mío
caracolito cara
brillante hablaste y tu mítico pie fuera
del agua
te levantaste cara brillante sobre la
porcelana pálida
la pared blanca frotaste dos montes
desiguales
salió tu ser de la bañera te enjuagaste
caracolito cómo
fue que hablamos hasta tu cabeza inclinada
expresó:
el borde de una botella verde jardín la
casa al fondo
cinco girasoles que se pliegan.
recuerdo: una vez en la bañera
La llave de todas las cosas
Tuve la llave de todas las cosas
o así lo pensé y por un rato
dejó de preocuparme el tiempo
o el olvido; y después me olvidé.
Se perdió todo de pronto, se abrió
una hendija en el tiempo y en lo hondo
se esfumó mi moneda. Alguna vez
busqué su luz allá abajo, su fulgor
en medio del océano, pero luego
lo borré de mi mente, un indicio
de que no era un hallazgo importante
si podía escurrirse en un minuto
y caer en el fondo de la tierra, rondar
caracoles y peces, serpientes y corales,
recostarse en la arena, una célula
de algo, un fragmento de razón
fuera del pensamiento y de la vista,
ahogado en la nada, irreversiblemente
perdido. Y lo perdí, sin darme cuenta.
Me puse mal; es más, ni un árbol viejo
podía estar así, tan encallado:
y no un árbol erguido, sino uno que se
arquea
y crece mientras clava sus raíces
furiosas,
y se pudre por siempre en algún parque
donde, apacibles, duermen los borrachos.
La mascota
Me desperté soñando que iba a verte
y tenías un pájaro amarillo.
Un pajarito que, estremecido,
me trinó hasta dormirse.
Así inmóvil dentro de su jaula,
daba un tono limón a la pared.
Sí, era nuestro amor. Dejamos que cantara.
Cuando nos despertamos, el pájaro amarillo
ahí seguía, pero mudo, como de plástico.
Me inquietaba: ¿debía vivir en una jaula?
¿Comer el mismo alpiste que todos los
demás?
¿Vivir frente a un espejo,
tan solo con su réplica,
encerrado, sumido en el letargo?
Vi su ojo. Su ojo era pétreo, redondo.
Y no paraba de mirarme fijo
y de trinar los mismos arrebatos.
Pero luego el sopor; luego el sueño
asesino.
Entonces, le di de comer el pajarito al
gato.
Y dejé que al gato lo destrozara un perro.
¡Qué tristes nos pusimos! Pero fue para
mejor.
*Medusa es un colectivo de poetas y traductoras conformado en 2020. A partir de la traducción colaborativa y con perspectiva feminista, se propone traer al campo literario argentino versiones de la obra de poetas de lengua inglesa para contribuir a la revisión del canon tradicional. Integran Medusa: Daniela Camozzi, Gabriela Raya, Isadora Paolucci, Mariángel Mauri, Melisa Papillo, Mónica Rosenblum, Natalia Leiderman, Paula Preuss.


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