Aníbal Núñez pertenece a una nómina de autores que quedaron fuera de los fenómenos bendecidos por una publicidad mercantil que fascinó a gran parte del esclerotizado sistema cultural de la España gris de la dictadura. Autores como Vázquez-Montalbán, raro incluso dentro de los novísimos por su alto grado de crítica hacia el sistema político y poético que lo erigió a él y a su obra como una poesía demasiado engagé, que señalaba los mentideros de la política, al azar de la acción humana que acaba con cualquier idealización del noble ejercicio para el servicio del pueblo. José-Miguel Ullán, que trabajó en procedimientos parecidos a los de nuestro autor, sobre todo en los primeros libros, El jornal, Amor peninsular y Mortaja en la defensa por el discurso natural, ese que nace de lo popular y que va modificando la experiencia temporal dentro de la poesía, a pesar de que Ullán inició una nueva tradición poética que quería desligarse de los límites tradicionales del poema y de sus naturales fronteras de la página y la letra.
Joaquín Fabrellas en: Aníbal Núñez. Poesía desde la ruina. Ver en: https://www.vallejoandcompany.com/2017/08/22/anibal-nunez-poesia-desde-la-ruina/
EPITAFIO PARA LA FOTO DEL BAILE
Un fotógrafo fue quien cogió, al vuelo
de los pasos del rock, como un espía
de convenios de amor, la simetría
reciente de tú y yo: baile en un cielo.
Ya frente a la inminencia del pañuelo
del adiós prometimos: sólo había
que esperar que picase en el anzuelo
la hora de recobrar la compañía.
Mas todo se ha quedado en el tintero:
nuestro común proyecto de alegría
y el concertado rumbo compañero.
Hoy yace nuestra fiel fotografía
en un cajón -yo fui el sepulturero-:
6 x 9 de muerte de aquel día.
AMIGA TE CONTEMPLO MIENTRAS SUENA
lusi indescai uiz daiamons
tus dos trenzas nostálgicas
del colegio de monjas caserón
donde el amor tendiera sus acechos
en los libros de misa las señales
que te dejó en la frente varicela
te veo la boca amor acantilado
donde rompe tu voz...
y como veo también
las señales del tiempo consumido a mi lado
-la música cesó- recojo la mirada
y la vuelvo pasando por tu brazo
por tu muñeca donde son
las siete de la tarde
y la llevo hasta el cielo inanimado
que hoy amenaza lluvia.
BIEN QUE TE GUSTARÍA CONFIÉSALO LANZARTE...
Bien que te gustaría confiésalo lanzarte
de bruces al abismo devorar para siempre
esas terribles ganas que humedecen tus sueños
y en tus pechos habitan enjauladas...
Dale suelta a ese inmenso poder embalsamado
momia viviente abre las compuertas:
verás cómo florecen dos volcanes
en el lugar que el hielo
cerrara la clausura y perdiera la llave...
Encárate al ariete que reclama en tu puerta
la entrada por lo menos en cada primavera:
verás cómo te llenas de caballos salvajes
y de luz que produzcan tus turbinas de sangre...
Pero, antes, mastica la medalla
de dirección prohibida que cuelga de tu cuello.
NO SOLAMENTE EN BROADWAY
Carta a J.R.J.
Mínima aldea de muertos olvidada
sino por ti y por mí colgados de los árboles
-cipreses, claro-
con los ojos muy abiertos
entre terribles rascacielos entre
el sueño de los vivos
y el sueño de los muertos
que no se encontrarán: dos paralelas…
Entre todos los tráfagos de todas
esas actividades te fijaste en el viento
que barre de las tumbas agrietadas la nieve
Prosiguen sin embargo
las cuatro tapias concurridas fuera:
la tapia del taxímetro
la del paso elevado
las del tranvía y el metro con su escolta
de dorados & Cé mientras la alquimia
de las losas y el polvo contemplamos:
pobre pozo de muertos con campanas ahogadas
por los timbres burócratas
las bocinas silbatos y las excavadoras
Y aquí sí que no creo -se ha estrechado
el nudo desde entonces,
1916, bastante-
que valieran la pena como tú lo creíste
la escasa yerba y la flor roja
única que brotaban y de cuya hermosura
infinita quedaba, según tú,
la ciudad viva desterrada:
el tiempo
ha venido a decírmelo y mi soga,
por más nueva, aún resiste.
RECETA TAMBIÉN VÁLIDA PARA EL AMOR
Hay dos formas opuestas de profanar el agua:
recomendarle al río que se lleve
las serpentinas fétidas, el vómito
fabril, risas fecales
lejos de la ciudad:
alguien olvida
que el agua es una casa
la casa de los peces
la casa de las algas
la casa del insecto, la casa de los cristales…
la otra forma consiste simplemente
en pretender un agua
químicamente pura.
INUTILIDAD DEL POETA DIDÁCTICO
La rosaleda del chalé mantiene
relaciones cordiales con la baja
maleza del camino
Esto bastaba
para hacer una fábula, un cuento edificante
sobre la abolición de las barreras
sociales por amor. Añadiríamos
que una abeja dorada es la correveidile
y que sin que lo sepa el jardinero
ha brotado un rosal al otro lado
La sola exposición de estos detalles
de por sí moraliza: de su mera
contemplación surgió la moraleja,
la urgencia de escribirla
y un precoz sentimiento de sonrojo
intentando variar sin conseguirlo
el vuelo de la musa moralista
Esperemos…
que el lastre de verdad que la corona
la haga precipitarse y vuele libre
cuando haya perdido la cabeza
…sentados.
2.000 LIGHT YEARS FROM HOME
The Rolling Stones
Náyade imperceptible emerges poco antes
del desayuno en sueños imposible
de guardar en las páginas del libro
de cabecera
Sota de la baraja rota
en la que mato el tiempo haciendo solitarios
gritando soliloquios trazando planetarios
viajes para los dos en un metro cuadrado
Nereida suburbana flor entre los escombros
sé de sobra el color que no tienen tus ojos
sé de sobra el sabor que tiene la presencia
de dos guardias civiles en cualquier estación
y fauno ciudadano sigo y sigo tu pista
y la pierdo en un charco de luces de... mercurio
o en una mala esquina que da a ninguna parte
En un astro lejano a dos mil años luz
hay dos platos dos velas y champán para dos
No sé cómo decírtelo dónde se meten las
cosas que ya te iba a decir y no digo...
...aunque de todos modos es igual:
he olvidado el camino
y el champán bostezando -no llegamos- explota
y las velas ya queman el mantel y los platos
-ya platillos volantes- cansados de esperarnos
se han largado y han vuelto
cada uno por su lado a su antigua alacena.
FLECHAZO MÍSTICO DE COLT
Felicidades ante todo te
elijo a ti la de la fila
tercera casi al centro
un poco a la derecha
desde el espectador
cabello rubio ni
largo ni corto no
es buena pista claro ni asimismo
la de los dientes de conejo todas
las yankis los tenéis no te lo tomes
a mal la de los ojos
la de los ojos tiernos
de carnero miopes que yo ayer
en el segundo banco a tu derecha
con gabardina clara
y cara de zapatos
nuevos qué más te da:
tú estarías a lo tuyo
siguiéndole las yemas a miss eva...-
que yo ayer y tu boca
quisiera haber tenido
para no mancillar.
Sí, tú, la misma
que vestía como todas
pero de otra manera blusa blanca
y falda hasta los pies
Nobody knows ni tú que te miraba
yo -el de la voz tomada el descreído
el sádico el mordaz el asesino-
con miradas furtivas sin embargo
cuajadas casi sólidos
vistazos que yo quise
fueran bolas de nieve
almohadones de plumas como esas de vosotras
cuarenta y siete ángeles de carne
y hueso como todos los que han sido.
Gracias por vuestras voces por tu voz
unida entrelazada
en la polifonía el oleaje
que en la concha rompía del ábside románico.
Gracias por ese amén
que despertó mis hematíes
estancados y gracias
por ese aire que ahuyentó el incienso
los rastreros madores
de la pobre parroquia:
las matabais cantando
como quien lava albas
con alegría manípulos
amitos corporales
sobrepellices sucios de santidad de mira
me y no me toques Áuf!
acallando los quiries gorigoris
de feligreses cluecas con incluso
el miserere que cerró la parte
primera y me dejó tan boquiabierto.
El miserere más alegre
que jamás escuché pues te miraba
y no quería perderme (por nada de este mundo)
tu tan ingenuo júbilo escolar
con el que me engañaste que aún me dura
tu sonrisa canora y me contagia.
VULCANO EROS ADDATOPEM
1
De nuevo llueve y lunas
se suceden: el ara
en la espera se moja,
de hiedra se recubre,
de líquenes se llena
en la espera del fuego
ritual que era suyo.
2
Se repiten los soles,
calcinanse las yerbas
alrededor del fuego
ritual que, sin ara,
se purifica solo,
quema tiempo en la espera
del ara que era suya.
3
El ara se lamenta:
"Fuego, ¿por qué no vienes,
"por qué sólo consumes
"lentos atardeceres
"y destilas silencio?
"Necesito tus llamas
"aunque cegase el humo:
"sin tu sagrada lengua
"el sacrificio es vano.
4
Se justifica el fuego:
"Ara, calla, no es digna
"la piedra que otro fuego
"ha encendido, ni digno
"seré de sacrificio
"si no quemo el escombro
"de otras aras extrañas
"mi soledad templando.
5
El ara es pozo, el fuego
es arroyo: se seca
el lodo rojo; estanque
que refleja la tarde
lo que era torrente
en busca subterránea.
6
Es mina el pozo. es pico
el torrente de fuego.
7
Fue el tiempo necesario.
preciso fue el trabajo,
la fragua para el hierro,
para la greda el agua.
8
Herramientas abierta
la galería encontraron:
ajenas herramientas
donde la veta pura
inerte se ofrecía.
9
(El hierro se empeñaba
en canteras inútiles.
en falsos minerales
y mentidos filones)
10
Matente mina, pozo,
galería mantente,
ara, espera: algún día
el fuego, el hierro, el fuego
arroyará tu boca
y el lodo rojo, entonces,
dejará de ser polvo.
Aníbal Núñez. Salamanca, 1944. Publicó algunos libros de poemas como «Fábulas domésticas», «Alzado de la ruina», «Taller del hechicero», «Estampas de ultramar» y «Clave de los tres reinos», y dejó inéditos o parcialmente publicados otros como «Cristal de Lorena», «Naturaleza no recuperable», «Cuarzo», «Definición de savia», «Primavera soluble» y «Figuras en un paisaje», que han ido apareciendo después de su muerte. Falleció en 1987.

