lunes, 17 de noviembre de 2025

JUAN ANDRÉS GARCÍA ROMÁN. NEORROMANTICISMO

 


elliot erwitt



IMPERATIVO DE PASADO




Su mano tembló en la mía y la apretó mucho más de

lo necesario. —Che volete, dijo con una voz sombría

y turbada, ¿che volete mi? ¿Qué quiere usted de mí?

roland barthes, citando a Pierre Loti


 

Tuvistí conmigo

 distemí la mano


 Le dice en una lengua


 le habla en imperativo

 de pasado

 Vinistí distemí


 la mano


 Distimilá

 Hay ciertos ruiseñores

 que manan de mañana

 el canto de la noche


 Era uno de ellos Uellos

 nidios mis ojus


 Y con tanta rabia

 llora que hace ondear

 un lienzo bajo las montañas


¡Eso tenía!

 Que le enfermó el pasado

 No hay salida ni soledá

 abrirunse los días

 Entraremus

 al pasado


 como las bezbas

 entran a las floris

 i de las floris

 van a las celdas

 i vuelven a las floris

 * * *

 Lago en la isla

 ¿probarás el océano?

 Lo probaste Será

 o fue es


 Un terremoto

 es menester Un terretemblo

 Ojus de la color

 que gotea pupila

 de lo que falta


 Falta menos Un velo

 mus aparta Sacastemí


 el velo Mus aparta

 morir Distemí la mano


***

 ¡Distimilá!

 Esta herida

 en el otro mundo

 es una flor

 

de otro mundo

 Pupilas dilatadas Se levanta

 Camina por el jardín

 En esta escena

 cantan los ruiseñores


 cantan tan fuerte

 que se van a morir

 que de puro deseo 

se saliniza el lago

 Y cuando cree

 que amanece


 ¿Quién va eres tú

 todavía eres

 tú (y quería decir

 Eres ya tú)


 amor mío?

 * * *

 Los ojus i las manos

 Lo que fuera

 que veía tenía


Cáliz delimitado 

por el dibujo de 

dos rostros enfrentados 

Ya estáis

 Besaos la frente

 el tiempo


 los ojus y la boca El corazón


 ya está

 ya tiene el vino



ELALMALACRIATURA


para Jordi Doce y Marta Agudo


 Se despierta en un Bosque la Criatura

 y el alma que es amor –al 

Amor– que ésta Le debe se inquieta

 Su noche no es ya más

 serena llama serena Ve

 Aquélla su propia silueta

 tiritando cerval de nacimiento

 entre los brotes nuevos

 mientras que ésta

 baja al pozo toma un balde del fondo

 impaciente de Sí el que refleja

 el bosque con la crïatura

 dormida todavía y se desespera

 escuchando las horas darse y todas

 las puertas encajarse en sus paredes

 hasta que al fin se dice: Ve

 antes de que salga el Sol medieval

 y despierten las aves que en verdad no vuelan

 sólo enhebran su corazón en Su corazón

 las guindas blancas en las guindas rojas

 reflejadas las rojas en las blancas

 Pero ah ah del Alma

 dejó la casa justo cuando en la casa entraba

 la crïatura la criatura chilló

 ¿Dónde está la en

traña de ella de la Criatúuuuuura

del alma? y el chillido 

prendió las velas frías agitó

 la lumbre en el lugar

 de la lumbre el gótico de las telarañas




elliot erwitt



para Ana Gallego Cuiñas


 al desenrollar y desenrollar un tapiz en las 

obras de reacondicionamiento de un palacio 

se descubre impresionada en mitad de él una 

gran veladura de luz como carrete quemado 

que se remonta a la claridad del día más her

moso de la Tierra en concreto el 25 de abril de 

1661 fecha en la que la Historia goteó en el 

ámbar el planeta flotó en el centro del cielo 

para medro de aves carne de reptil en flor y 

sobre un mar sin más contaminación que el 

sonido de las campanas en los puertos cruza

ba el galeón del rey sí cuando el rey era el rey 

pero todo era libre




LA LECCIÓN SECRETA


En el gabinete de ciencias de palacio hoy explican lección singular:

 Fue un endemismo vegetal en una fumarola del terciario Aquel 

verano no salió el sol y sin flores femeninas que fecundar el 

viento arrojó el polen a los cálices de aquellos arbustos que 

llevaban un año helados y técnicamente –nuestra técnica positiva 

del xviii– estaban muertos La sorpresa fue que dieron fruto una 

semilla Algunas especies en peligro ensayan un hermafroditismo 

El hermafroditismo de aquella especie fue de «otra» naturaleza 

Algo sutil no monstruos ni vampiros Sí tres géneros: masculino 

femenino y cadáver ambiguas fosforescencias de los crepúsculos 

fósiles


 Y en la ventana de sus aposentos el monarca es una mariposa 

monarca su mutismo negro azul Y el bachiller y los estudiantes 

abandonan el gabinete de ciencias bajo el claro de luna la luna en 

cuya arena clavan la cera sudorosa de sus plegarias humanas



TET IS

 Yo estoy tan cansado

 que no me enterrarán

 a 2 sino a 50 

metros bajo la tierra 

entraré a la negrura 

como el aerolito 

en mantequilla 

alumbrando 

geodas como perras

 pastoras de un rebaño 

de calaveras Ven 

le digo a mi eco

 Mi castillo tiene la torre

 de un pozo agusanada y

 una princesa podrida 

asoma las pestañas

 Pero tú háblame por

 el cristal roto 

pon cara de vieja

 pon cara de vieja 

encájate conmigo

 las tibias con escápulas 

narices con narices 

mientras caemos 

en un puzle animado 

con monedas

 y cálices mellados

 cuyos tuertos engastes

se guiñan si concuerdan

 con campanas 

Yo me echaré campanas

 a los hombros

 para saltar al pozo 

y que así doblen 

en lo «alto» de la torre

 cuando en el domingo

 de mi religión 

unipersonal

 estrangule con estas 

manos en el 

ombligo de la tierra

 al pseudodiós

 que me persigue


FRANCISCO LAYNA RANZ. EJERCICIO USUAL PARA QUE LOS ANTÓNIMOS DEJEN DE SER CONTRARIOS

 

narelle autio





        “Usual” porque tiende a una paráfrasis de lo dicho no para ampliar el significado, sino para asumir el riesgo de reducirlo, como a menudo sucede. Tomaré de ejemplo el inicio del poema “Los fragmentos de la noche”, de Lezama Lima, que Pedro Provencio incluye en su ensayo sobre la oralidad en el verso libre. Lo he elegido por ser un texto tocado por el adverbio “no” y su capacidad para expresar la negación y para denotar lo inexistente, lo contrario o la ausencia de lo designado:

 

Los fragmentos de la noche

 

                                    Cómo aislar los fragmentos de la noche
                                    para apretar algo con las manos,
                                    como la liebre penetra en su oscuridad
                                    separando dos estrellas
                                    apoyadas en el brillo de la yerba húmeda.
                                    La noche respira en una intocable humedad,
                                    no en el centro de la esfera que vuela,
                                    y todo lo va uniendo, esquinas o fragmentos,
                                    hasta formar el irrompible tejido de la noche,
                                    sutil y completo como los dedos unidos
                                    que apenas dejan pasar el agua,
                                    como un cestillo mágico
                                    que nada vacío dentro del río.
                                    Yo quería separar mis manos de la noche,
                                    pero se oía una gran sonoridad que no se oía,
                                    como si todo mi cuerpo cayera sobre una serafina
                                    silenciosa en la esquina del templo.

 

            El fragmento, desde hace mucho tiempo, goza de gran prestigio como posibilidad constitutiva de nuevos significados. Lo mismo sucede con la idea de centro, que se lee y vive como núcleo de poderes y eje desde el que se irradian. Su abandono se produce en beneficio de los márgenes, aledaños donde habitan lo marginal, la alternativa y, por consiguiente, el disentimiento. Ya es una costumbre de la crítica. En este ejercicio he seleccionado un fragmento, las primeras diecisiete líneas del poema de Lezama, de un total de sesenta y seis, en una tentativa por constatar que las marcas que definen su final pueden ser intercambiables y, en última instancia, eliminadas, a modo de “tachismo” del que surgen nuevos textos. Mi pretensión es convertir algunas palabras en sus contrarias, en un nivel exclusivamente léxico, y evidenciar que el resultado no es la negación del original. Primero, vayamos al escolio aparentemente clarificador.

1.      Aislar: separar lo que se percibe en unión. Aislar los fragmentos: entresacarlos con un fin específico. Los fragmentos de la noche: desde San Juan de la Cruz no es lo mismo la obviedad de la noche oscura que la noche oscura del alma como indicio del tormento no corporal, y menos aún cuando de afanes del ánimo se trata. ¿Para qué aislarlos? Para apretar algo con las manos, manos vacías que anhelan sujetar, sostener, dar cabida a algo, como cuando se juntan para beber agua. Lo que sea, pero en el escenario de la noche. El sujeto, de este modo, manifiesta una debilidad, una carencia, un deseo. El texto se inicia con el adverbio interrogativo cómo, al que le suceden, en ristra de respuestas, une serie de comos conjuntivos que introducen el segundo término de la comparación: como la liebre penetra en su oscuridad // como los dedos unidos // como un cestillo mágico. Esta serie de comparaciones termina con la locución conjuntiva como si, que indica una posibilidad no real.

2.      La liebre penetra en su oscuridad: penetrar es entrar dentro, no en la oscuridad de la madriguera, sino de la noche, es decir, entrar en lo que está afuera. No hay oxímoron sin antónimo.

3.      Separando dos estrellas: las estrellas dotan de luz a la oscuridad de la noche, la matizan. La liebre se fija en dos estrellas del universo, al igual que antes se quería aislar los fragmentos de la noche. Esa luz estelar se deposita en el brillo de la hierba húmeda, el relente.

4.      Sin embargo, la noche respira en una intocable humedad, está viva pero no vida tangible. El tacto es el sentido verificador. No es posible, pues, ratificar sino tan solo percibir.

5.      Hasta aquí, los seis primeros versos, porque el séptimo se abre con una especie de médula en negación, el meollo de lo percibido: no en el centro de la esfera que vuela. El adverbio “no” divide esta primera secuencia, secuencia expresada en un tiempo presente, como dos bóvedas unidas y ahora separadas por ese “no”. Es un recurso muy habitual en Góngora y en la poesía barroca clásica: focalizar la atención en una palabra que abre la línea. Pensemos en un templo partido en dos mitades por una negación, una geminación perfecta, el hombre de Vitrubrio de Leonardo y el Taj Mahal convertidos en escritura que infunde el equilibrio. Seis líneas encima y seis líneas debajo, en presente. Y a partir de ahí se pasa al pretérito imperfecto que dominará por extenso el texto del poema. Una simetría bilateral exacta, como en el patrón de subida / bajada de Beowulf, un palíndromo vertical. No en el centro de la esfera que vuela, sino en las inmediaciones, márgenes lejanos o cercanos donde flotan, oscilan los fragmentos. Lo centrífugo cede paso a lo centrípeto, otra sustitución acaso convertida por el uso en lugar común. La tierra es una esfera, aunque imperfecta, pero huimos del geocentrismo para evidenciar que, en cualquier caso, una esfera es una superficie formada por un conjunto de puntos, fragmentos, equidistantes de un centro axial. Porque el centro tiene, a su vez, otro centro en su interior, de lo más externo a lo más interno, de la noche estrellada del macrocosmos a lo más sucinto y subsumido del microcosmos, en el que se incluye la memoria, la emoción y el poema con que se expresa.

6.      Va uniendo, esquinas o fragmentos, / hasta formar el irrompible tejido de la noche /: ¿podemos hacer una lectura holística, es decir, asumir que el "todo" de la noche es más complejo que una simple suma de sus fragmentos constituyentes? Este tejido irrompible de la noche, es sutil y completo como los dedos unidos / que apenas dejan pasar el agua: nada que sea completo puede tener fisuras, como así sucede en la unión de las manos que intentan contener agua.

7.      Esas manos que contienen agua se asemejan a un cestillo mágico / que nada vacío dentro del río, imagen de lo que no se consigue retener, o la noche no reunida en un único sentir, una única percepción que penetra y se adentra en un absoluto exterior. Hasta aquí, hasta este verso número trece, el tiempo verbal es el presente.

8.      Yo quería separar mis manos de la noche: aparece el imperfecto que indica un deseo no cumplido que se confirma en la aparición inmediata del “pero”. La escritura ya manifiesta claramente lo que se intuía. Al principio era aislar los fragmentos de la noche, luego separar la luz proporcionada por dos estrellas. Ahora es separar las manos de la noche, convertirlas en fragmentos individualizados.

9.      Pero se oía una gran sonoridad que no se oía, / como si todo mi cuerpo cayera sobre una serafina / silenciosa en la esquina del templo: “Su significación es desacuerdo. En la bifurcación / del corazón no hay templo para Apolo”, decía Rilke en su tercer soneto a Orfeo. Apolo, el jefe de las musas, no tiene cabida en el corazón del artista, que se guía por directrices no ecuánimes. El templo partido en dos mitades por una negación axial, lugar sagrado donde el silencio ocupa lugar en la audición y también en el desacuerdo. Pero no en el centro, de la noche, del templo o del corazón, sino en la cúpula, en la esquina, en la parte más alta y alejada del altar.

            Ahora, la versión originada en los contrarios semánticos. He marcado en negro las palabras que he alterado, van en oposición léxica.

 

Los fragmentos de la mañana

 

                                    Cómo aunar los fragmentos de la mañana
                                    para apretar algo con las manos,
                                    como la liebre penetra en su claridad
                                    congregando dos estrellas
                                    apoyadas en el brillo de la yerba húmeda.
                                    La mañana respira en dos tangibles humedades,


                                    en el centro de la esfera que no vuela,


                                    y todo lo va desuniendo, esquinas o fragmentos,
                                    hasta deformar el quebradizo tejido de la mañana,
                                    tosca e incompleta como los dedos unidos
                                    que apenas impiden pasar el agua,
                                    como un cestillo ordinario
                                    que nada lleno dentro del río.


                                    Yo quería atar mis manos a la mañana,
                                    pero se oía una gran insonoridad que se oía,
                                    como si todo tu cuerpo cayera sobre una serafina
                                    ruidosa en el centro del templo.

 

1.      Cómo aunar los fragmentos de la mañana. Deseo de concordia de aquello que parece desunido, aunque aún es pronto para saber si se trata de deseo.

2.      Para apretar algo con las manos: solo con las manos se aprieta, se ciñe, se aferra en la evidencia que proporciona la luz.

3.      Como la liebre penetra en su claridad: es difícil concebir que lo claro sea impenetrable. Sin embargo, la liebre, animal huidizo, es capaz de encontrar, solo con instinto, escollos, óbices en la trasparencia, en la nitidez. ¿Es el “tema” la claridad meridiana o es la oscuridad que encierra en sí lo más luminoso? ¿Gira en torno a un lugar bastante común que alude a que la luz es lo que más ciega?

4.      Congregando dos estrellas: la liebre o la luz convocan a dos estrellas. No una, no tres. Claridad / oscuridad; yo / tú (como veremos); atar / desatar, dos elementos en juego en relación antitética.

5.      Apoyadas en el brillo de la yerba húmeda: el apoyo es un receso, una ayuda o un descanso en lo vivo, en lo que rezuma humedad.

6.      La mañana respira en dos tangibles humedades: solo respira lo que está vivo. Si son dos estrellas, son dos humedades, pero es una falsa humedad, porque la luz de las estrellas es la luz de su muerte. La velocidad de la luz y la del sonido. Solo lo vivo tiene humedades, no así lo muerto, como el fulgor muerto de las estrellas, explotadas hace millones de años pero cuyo resplandor llega al presente.

7.      Sí en el centro de la esfera que no vuela: la disección de dos mitades mediante una tajante afirmación. Negar supone oponer una idea a otra previa, un tono, un color, una subordinación. Afirmar supone ratificar, negar el avance, otorgar rango valedero a lo existente. Ambas suposiciones son falsas, como falsa es la luz de las estrellas, pero permite llenarse los ojos de mundo. Se dice que es una esfera que no vuela, quieta, casi apoyada en el mismo brillo anterior. Sabemos que el centro de una esfera es el punto respecto al cual equidistan todos los puntos de su superficie. Si se trata de un triángulo, el ortocentro es el punto donde se cortan las tres rectas que contienen las tres alturas de ese triángulo. Amanecer y puesta de sol se congregan en la “dudosa luz del día”. Esfera y línea recta se congregan en una lejanía y cercanía que estrechan la longitud que les separa. Consideramos que la distancia se mide en progresión lineal, aritmética, geométrica, pero al igual que dos líneas paralelas se unen en el ojo humano en un punto futuro, la distancia puede ir hacia atrás, e inundar el origen limpio con la espesura final, dotar de experiencia al nacimiento, de mar al manantial. Lo mismo sucede en el poema. También en la emoción, en el llanto y la risa. Heráclito y Demócrito esperan a un tercer partícipe del ánimo, el tercer ángulo.

8.      Y todo lo va desuniendo, esquinas o fragmentos: la mañana presta mayor atención a sus límites, las aristas de su frontera luminosa. El fragmento también es unitario, unidad que la luz desmantela, atomiza en otras más breves unidades. Todas esas esquirlas no forman la luz, pero bajo su tutela la evidencia puede dejar de serlo. No es solo una paradoja que vayamos entrando en la espesura, en todas las acepciones que recogen los diccionarios.

9.      Hasta deformar el quebradizo tejido de la mañana: podemos pensar que la mañana no tiene los mismos matices, en la escala y gradación de la luz y, por tanto, en la disposición gradual de todo lo que ilumina. Pero no solamente es eso. Frente a la uniformidad de lo oscuro, donde sí hay distancias pero invisibles, la cercanía y la lejanía varían bajo el conjunto de partículas o rayos luminosos de un mismo origen, el haz y el envés de las distancias.

10.  Tosca e incompleta como los dedos unidos: los dedos son las porciones distales de la región de la mano, los diez extremos de las extremidades, el punto más alejado del centro, el ombligo, la primera herida, la primera cicatriz. Su unión es también tan imperfecta que el agua que se desea beber se infiltra, se pierde en la fisura.

11.  Como un cestillo ordinario / que nada lleno dentro del río: claro, se compara el hueco formado por las manos unidas con un cesto, no un cesto especial, sino uno ordinario. Esto quiere sugerir que es un recipiente tejido con juncos y mimbres y, por lo tanto, inútil para la contención del agua, aún más inútil en el interior de un río, que niega en su profundidad el empleo de los objetos que contienen líquidos. Yo quería atar mis manos a la mañana: hemos visto que la mañana es la desunión en la aparente unidad que proporciona la luz. Aparece una voz pronominal, sobre la que gira el poema. Hasta ahora, la presencia de ese “yo” era implícita, ahora es explícita, el acercamiento de dos contrarios. Formula la voz poética un anhelo, aunque de difícil cumplimiento por el repentino cambio del tiempo verbal, del presente al pretérito imperfecto, otra imperfección. Se corrobora la impotencia en la línea siguiente, en el “pero” adversativo. ¿Qué introduce esa contrariedad gramatical? Pero se oía una gran insonoridad que se oía: en física, la onda esférica es tridimensional. Una onda sonora puede ser esférica cuando se propaga a través de un medio homogéneo, como el aire o el agua en reposo, nunca un río. La luz es una onda electromagnética. En el poema, la adversación se traslada hacia lo sucedido en líneas anteriores, deja su lugar gramatical. Hemos pasado de la luz al sonido, el sonido de cada fragmento y cada imperfección. Se percibe en los oídos lo que no emite sonido, que se oye por otro proceso psicofisológico. No es el silencio. El poema ha congregado no a dos estrellas, no a dos términos opuestos, no una representación de lo sentido en correlato dual. La lengua ha congregado al tercer partícipe en la manifestación del ánimo. ¿

12.  ¿A quién y por qué se dirige lo escrito?: como si todo tu cuerpo cayera sobre una serafina / ruidosa en el centro del templo. El interlocutor no alude a un escenario de comunicación, sino a otro fraccionamiento del cuerpo, sensorial y lingüístico, fragmentado en oídos y ojos, como si fuera un paño, una tela caída. Ruido en los oídos, engañosa claridad en los ojos. Y ¿dónde sucede todo esto? En un templo, en un lugar donde se rinde culto al saber, la fe, la justicia, la certidumbre. ¿Y dónde dentro del templo? En el centro, en el interior de todos los interiores, en el último fragmento. El mundo exterior, animal, vegetal, cósmico, en dirección contraria para negar la contrariedad.

            Posible resumen de la “versión noche”. Un sujeto carente busca en la oscuridad, en algunas de sus partículas nocturnas. Las criaturas distinguen la luz que procede de las estrellas. Lo más lejano e inmenso se acerca a lo más cercano y minúsculo. La noche une en sí todos los elementos que la componen, pero es una unidad frágil y por eso el sujeto que carece se siente parte de esa quebradiza plenitud. Conciencia y contemplación van de la mano. Fin.


narelle autio

            Posible resumen de la “versión mañana”. La claridad facilita que todo sea notorio. Sin embargo, es falso que se acceda sencillamente a su evidencia. Si la oscuridad abraza en unión todo lo que cubre y oculta, la luz dispersa y manifiesta los errores de lo cercano e inmediato. Pero algo más consigue, logra que bajo su égida todo lo percibido carezca de exactitud, incluso los límites de lo que se desea, incluso el contacto de la interlocución, y se diluye en lo amorfo e inarticulado, igual que cualquier ruido. ¿Cómo se convierte esta naturaleza informe en palabra y en sonido identificable? Y en esta tesitura, ¿se hace necesario otro poema? Conciencia y escasez van de la mano. Principio.

            En este ejercicio que ahora terminamos, los sinónimos y los antónimos no se encuentran en mitad del camino, como si se tratara de la virtud aristotélica, sino que se invitan de mutuo acuerdo a relativizar el exclusivismo lingüístico. Si bien los dos poemas son distintos, no son únicamente la otra cara de la moneda: asumo que la mayor diferencia está en la lectura propuesta, no en el resultado, que es obvio, sino en la tensión, en el “voltaje” de mi comentario. Esto es inevitable desde el momento en que, antes de ser intérprete, soy lector, lector consciente de que leer no equivale a explicar. Invito a un paso más en el ejercicio: reescribir el segundo poema en dirección opuesta, negando lo negado. Como el resultado dependerá de un enorme abanico de lecturas, dejo aquí este ejercicio para que sean otros ojos los encargados de la tarea, con la casi seguridad de que la sinonimia habrá de diluirse bajo el foco de su frágil convicción.

 

teaser: JOSÉ OJARA. UNA CASA SUCIA

 

fred herzog


UNA CASA SUCIA


perezoso el recuerdo de aquella tarde 

en las proximidades

de la huerta


(las pestañas quemadas

por el sol)


& la visión repentina de aquél sujeto

amordazado en sus temblores

(años a la deriva 

en las profundidades 

del templete)


quietud que se descuelga 

ante los dolores de la psique


luz

adormecida 

en absoluta santidad



ya no el esplendor de Babilonia

ni las murallas de Hekatómpylos


el sacrificio de los días 

enganchados a la sagesse


toda la noche observando la crecida


(¿se escucha / no se oye?)


la voluntad palpable de sus quejidos

retomando el espacio armado


los muros inclinados del islote

 

& entre revolución e hidalgo:

la enramada


ambigüedad que se desfonda ante

la resaca de la piedra


—formas antaño contenidas



quisimos reventar la mar

su impulso intoxicado en los jardines

(pozo-arenal-quebrada / permutación de ecos 

& rostros secos) 


quisimos reventar la mar 

mas terminamos flojos e incapaces de lo mismo 

(la muy horrenda historia se dispara 

en las malaguas / el maratón final) 


& presa de una profunda exaltación 

nos entregamos —solos— al despilfarro 

aturdidos por el encuadre de las colinas 

que nos dejaban pensando en el mañana 

 








fred herzog





[panorámica]

mientras el blanco siga siendo el blanco

y el despertar de estos tejados en tránsito 

permanente / del gris al negro y de vuelta

al cenital 


eso que buscabas en el empaste de las cortinas 

(como atormentado por sus delgadas formas  

piedra sobre piedra a orilla del camino)

se perderá de lleno entre los sargazos


y el resplandor azul- 

aqua-marino del malecón / con sus ruinas

de salitre y olor a meado (el resplandor

brumoso de la calle primera / la visión pan-

orámica de sus adentros fierros) gotas de lluvia

sobre la alambrada 




[revelación]

ante un grabado de vajra

pāṇi

el sol ardiendo


iguanas piedras

catafalcos


la insistencia de las moscas

ennegreciendo

la pradera 



los pasos de una muchacha

descalza y a medianoche 

del baño a la cocina y de vuelta 

a la habitación 


un perro ciego 

todavía vivo  



finos los candelabros grises de la gruta 

de Nectario “el hacedor de Egina”  

el capellán siempre barbudo en sus ambones 

bizantinos / iconos del descalabro


(del alemán al griego y de pronto 

al italiano como en película de nazis)


alta luz de niebla y sirena fija / y el barbudo 

con su balalaika en flow / jarras de cerveza

en callejones sirios 


(el tajo re-volcado de los olivos trinos 

rotos destartalados) 


pero no eran nazis sino junkies atravesados 

emigrantes turkos pasando el rato

en plaza omonia 


toda escena es obscena frente a las ruinas

que dejaron / temblores y resquemores

flojos —postal encima


brilloso vendaval de artillería

reventando medio partenón / descafeinado 

éxtasis de un prestigio pre-soviético 


         / apò mēchanḗs theós /











José Ojara (1992) Nació en el norte de Nicaragua y actualmente reside en México. Es coautor, junto a Eduardo Milán, de Mitopoética personal (Libros de la Resistencia), un libro de conversaciones de inminente publicación. Ha publicado artículos, poemas y relatos en revistas de México, Perú, Estados Unidos y Centroamérica.




teaser: ÁNGEL OLIVA FADE OUT – FADE IN

 





LA CAMARA LENTA

Con el tirintintín del último día

en la semana de los desentierros

emerge de la tierra

la extravagancia

apareciendo en el centro

de la civilidad sintáctica.

Los venerables ancianos

de la plaza, del decir gríseo

la recuerdan en multicolores

términos, con una correa

de perro en la garganta

canturreando en extramuros:

So messed up, I want you here

In my room, I want you here

Estrangulase con la saliva

de las lenguas oracioneras

y apretujase la glotis

contra la curva angulada

de la gargantilla, para hacer decir

lo que dice.

Seducidos por lo que allí aduce

su sadismo, la documentamos

con la cámara lenta

donde según el protocolo

del catálogo de Calímaco

(un poeta ecléctico)

todos los foules son foul;

y donde,

predilecta en los auditorios inauditos

abiertos al ardid

y los encantamientos,

se deja ver una fractura expuesta

entre el oído y la mirada.

De todos modos, más tarde,

la RAE le introduce

plena conciencia y carácter

a la madera del autómata

y responsabilidad civil

y obligaciones, con esa costumbre

que tiene

de escotomizar las vísceras

de las metáforas y llamar

engendro a las criaturas

informes y vástago

sin proporción debida

a un plan mal concebido.

Por último, en los intríngulis

de la alegoría abandonamos

la cámara en los estragales

del habla, porque la extravagancia

nos lengua la traba

con el idioma orlado

de los tragaavemarías

Una huidiza mirada final

y mongoloide del día

la registra perdiéndose

por las alcantarillas.

 

 

GLANZ – GLANCE

 

 

                                    El deseo será congelado en la imagen

                                        de una huida inmóvil

                                                                                 Cristian Sucksdorf

 

 

Esta tardecita en el centro del bosque

se ilumina con la Centennial Light

de los bomberos de Livermore.

Pronto se evaporará su carbono

y la negrura del pinar cubrirá

las narices de los consumidores.

 

Para entonces, la mirada en desmentida

habrá ya penetrado sin memoria en los

interiores, donde se dispone el mobiliario

en torno a la televisor y su equilibrio

y predominan las espaldas encorvadas

contra cada truculencia.

 

En medio de la oscuridad iluminada

por la publicidad, nuestra intrepidez

se va de compras y decide inervar

incandescente cada cosa con la jerga

jeringosa de la mercadotecnia y escribir

de cada término apenas un sintagma,

una nadita que brille como una lamparita

en el centro del imago del universo

 

Por fin

caído sobre un ojo de agua

en la negrura del bosque

muere Narciso

y desde su nariz  nace una imagen

de lo mismo.

 

 

LA IMAGEN FANTASMA

 

                                                   A Marcelo Angulo y Andrea Palacios

 

 

Trascartón,

Brigitte Bardot, madrina del Douphine Floride

se adelanta a la cámara y exhibe los besos

olvidados en los caracoles del turbocompresor,

el rouge grosella ha endulzado la carbonilla

gallarda del escape.

Frótase entonces el satén contra el capó.

Sobrealimentado el turbo, toda la cupé

sobrealimenta la mirada. Los émbolos,

sobrecombustionados por el ósculo aceitoso

y la sonrisa que le subsisten, ululan.

Empastados de jovialidad los álabes,

ruge el gaseo en el tracto axial

y demora en el ducto el turbolag

más de la cuenta.

Oh puros turbomaquinismos del sueño !!!

Oh turbosensualidad de flujo continuo !!!!

Luego,

llega la falda a aposentarse

contra el tapizado cobrizo.

Pero trascartón,

el hada madrina y veladora

se queda dormida sobre el cuero mullido.

Sueña, risueña, y entre sueños

cunde la sombra de Renault

sobre la rosaleda de su rostro

meciéndola, ondulándola, tornasolándola.

Ahora

la boca frutada balbucea sola, y sonoriza

el showroom pulsando el salterio de Corinto

y suplica las letanías a la virgen:

 ... Santa María,

ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios,

Santa Virgen de las Vírgenes,

Madre de Cristo…

 

Monsieur Louis Renault, el fabricante,

fiador de las fumarolas de Vichy,

fanático afásico. Monsieur Renault

colaboracionista, caballero olifante

moderno Carlomagno y alfil

del capital, ya no puedes insultar

ni puedes ya firmar las escrituras,

ni ponerle cifra a la familia obrera

no eres más que una imagen

triunfal de la cámara

un fantasma

un patético espectáculo volátil

un efluvio evanecido.

 

 






LA IMAGEN LUCIÉRNAGA

 

                                                           A Andrés Matkovich

 

 

Vibra, vibra, vibra en el Ministerio del Arte aquel

nuestro cometa angélico, ni detenido ni extinto

en su fatigada elipse, vibra intermitente y cierto

de un lapso íntimo, de la caída y el nadir, balbucea

en su menguar, aun los bucles de la lengua.

No morimos de amor, ni enamoramos la muerte

morimos de reminiscencias como meros torsos

mutilados en el perpetuo roce de un expósito fulgor

sedimentado y un sentimiento tímido y atávico .

Intermitente nuestro cometa surca el horizonte,

su movimiento alucinado, su cuadrante melancólico

nos muestra revolviendo el basural de la memoria

separando de entre los vestigios de la antigua

seducción por las tribulaciones modernas,

todo aquello que valía como sobriedad 

hasta dar con una forma monstruosa e inconclusa.

Es nuestra infancia encandecida por el cándido

crepuscular del astro, sus actos de gracia refulgentes,

una y mil veces reprimidos y luego desmentidos

y luego repudiados por las voces de la vecindad que fijaron

la mirada iridiscente a los relieves de los muslos esculpidos,

a las bragaduras en los perfiles estatuarios, a las protuberancias

de los candelabros. Es nuestra infancia vagabunda y desvestida

bajo los gloriosos reflectores de la contemporaneidad.

Allí donde un cometa surca intermitente el horizonte

están los restos de nuestro Central Park, la sangre

de Sidon enteramente traicionada, las gotas del licor

que reavivaron el cadáver de Finnegan, el juego de dados

cargados del Buscón, las espalda de Fierro, la espalda

de Cruz, cruzando las ultimas poblaciones, la querella

de Loki, la leyenda del coyote, el silencio, la delación, la culpa

Allí están nuestras palabras desechadas de tantas noches

de misantropía, la obstinada imagen de las lumbres

de las luciérnagas, solas, una vez más, sobrevenidas al destino.

 

 

PLANO DORSAL

                          

Y tú, Cafarnaun, ¿serás exaltada hasta el cielo?

¡Seras hundida hasta el infierno ¡

Mateo 11:22-24 (RVA-2015)

 

 

Detrás del rostro venerado, dado vuelta, vemos

aquel merthiolate grafitero sobre la tonalidad de la piedra.

En la caliza dice “la casa de Pedro “            

delecto arte babélico de un pueblo que ya

vestido de silicio y cubierto de ceniza vaga entelerido

Pero la vociferación de espaldas a la cámara

que inquiere a la piedra con la prédica obrerista

dirá más de Simon que su asténico estupor, mucho

antes que los muertos entierren a los muertos.

Porque los gentiles así como se encumbran también se precipitan

solo para estar vivos entre los muertos vivos

y vampirizados

y se baten a los tiros en los reeles de Instagram

con la cadavérica sonrisa  imprecadora

con la que que de tanto en tanto, su dios los congratula.

Entonces aquel rostro se ocultará a la cámara

Y asi a su detrás, cederá el espectáculo de esa ciudad

vestida de silicio y cubierta de cenizas

y ante ese grito y por él, ante su pletórica traza,

ante la histórica sangre derramada,

apenas, tal vez, habrá un mañana.

 

PLANO GENERAL

 

Tomase el orden en su plano general

con un paneo del supermercado y se verán

las cosas de la vida natural mostrarse allí arribadas

a la mirada, luego de siglo de asilarse

en lo diverso y en una inusitada maravilla.

Desde el demiúrgico verbo de la cámara

que en su piedad naturalista las muestra,

mañana tras mañana, en su tamaño y forma

se urde un mapa mundi de unidad indisoluble

 

Tomase de la mano de la cámara con un plano general

y adéntrese uno y su familia en lo inmediato,

en el monasterio de lo empírico

 

ENTRADA

TINTURA PARA EL PELO – VINOS TAN BLANCOS COMO TINTOS – ALIMENTOS  PARA MASCOTAS TANTO PARA PERROS COMO PARA GATOS – PAN LACTAL- PAN FLAUTA- PAN RALLADO LLAMA-DO REBOZADOR- PAN CON EL PAN QUE COMEN LOS TONTOS –PAN DULCES CON PASAS O SIN PASAS (PRIMER GRAN DEBATE) -  PAN DULCES CON FRUTAS ABRILLANTADAS O SIN FRUTAS ABRILLANTADAS (SEGUNDO GRAN DEBATE) - PAN Y CEBOLLA- CEBOLLAS – DESCOLLANTES OLLAS ESSEN – ORGANIZADORES DE ALACENAS – ENCENDEDORES- ACONDICIONADORES – CALOVENTORES –DESTORNILLADORES DE PUNTA ESTRELLA – MULTIPROCESADORAS – CORTAPLUMAS – CARTUCHERAS – SACACORCHOS – YOGUR DE TUTTI FRUTI – YOGUR CON TOPPINGS – PINZAS DE DEPILAR – PINZAS PARA LOS PENSAMIENTOS – PIMIENTOS EN PROGRESIÓN: VERDES AMARILLOS Y ROJOS – JARROS HERVIDORES – JARRAS DE CERÁMICA ARAUCANA – JARRAS DE DE CERÁMICA QUECHUA – ANANÁ EN LATA – TOMATE EN LATA – DURAZNOS EN LATA – ARVEJAS EN LATA – JARDINERA EN LATA – SALCHICHÓN PRIMAVERA – COLCHÓN CON RESORTES – COLCHÓN DE PLUMAS – CHICLES DE MENTOL – MUCHÍSIMOS CHICLES CHINOS – TUPPER CHINOS – SOPAS CHINAS – FIDEOS CHINOS DE ARROZ – OCHO MILLONES DE CHOCOLATES QUE EMPIEZAN CON “CHE” – SALCHICHAS PARRILLERAS – SALCHICHAS Y CHORIZOS – MORCILLAS – PERCHAS – LECHE ENTERA – LECHE DESCREMADA – LECHE QUE ALARGA LA VIDA – LECHE TORPEMENTE PASTEURIZADA – LECHE EN POLVO – CREMA DE LECHE – DULCE DE LECHE COLONIAL – POLVO PARA PIES – POLVO DE HORNEAR- TALCO PARA BEBES- PAÑALES PARA EL ENSUEÑO – BAÑOS DE CREMA – LIMPIAVIDRIOS – LIMPIAHINODOROS – LINPIACERAMICOS – LIMPIAMUEBLES – SIMPLEMENTE AGUA MINERAL – AGUA SAVORIZADA – AGUA GASIFICADA – AGUA MISCELAR – AGUA DE AZAHAR – AGUA MINERAL QUE DESCIENDE DE LA MONTAÑA DIRECTAMENTE A LA BOTELLA – ANILINA – ACETONA – MANTECOL – MANTECA -MEDIALUNAS DE MANTECA – MARGARINA – LECHUGA MANTECOSA – LECHUGA DE HOJA – LECHUGA ARREPOLLADA – CENTOLLAS EN ACEITE – ATÚN EN ACEITE – CALAHORRAS EN ACEITE – ALCAPARRAS EN ACEITE – AJOS EN ACEITE – SARDINAS EN ACEITE – ACEITE MEZCLA – ACEITE DE MAÍZ – ACEITE DE GIRASOL – ACEITE DE OLIVA EXTRAVIRGEN – ACEITES AUTOREFERENCIALES- ACEITUNAS VERDES – ACEITUNAS NEGRAS – ACEITUNAS DESCAROZADAS Y DESCORAZONADAS - ACEITUNAS GRIEGAS, MENDOCINAS Y RIOJANAS – VINAGRE DE VINO – VINAGRE DE MANZANA VINAGRE DE ALCOHOL – ALCOHOL EN GEL – ALCOHOL DE QUEMAR – ALCOHOL PARA LAS HERIDAS DEL ALMA – MÚLTIPLES BEBIDAS ALCOHÓLICAS – CARAMELOS MULTICOLORES  MULTIFRUTA – CARAMELOS MULTIACIDOS – CARAMELOS MULTIPLICADOS – CARAMELOS DE MIEL – CARAMELOS DE GOMA – GOMA DE MASCAR – BOLIGOMA – GOMAS DE BORRAR (LAPIZ Y BI-ROME) – PEGAMENTOS QUE PEGAN SOBRE TODO – ANTITRANSPIRANTES – PEPSI –COCA COLA (SABOR ORIGINAL) – COCA LIGHT – COCA ZERO- CHISITOS – SPAGHETTIS –TALLARINES - CODITOS – CABELLOS DE ANGEL – MUNICIONES – MOSTACHOLE – MOÑITOS – PALITOS SALADOS – PALITOS DE LA SELVA – PALITOS DE LA ROPA – PALITOS VASITOS BOMBÓN HELADO – PECES Y MARISCOS EXHIBIDOS EN EL HIELO – HELADERAS – HELADERAS CON FREEZER – REFRIGERADORAS – HELADERAS NO FROST – ALIMENTOS ETERNAMENTE CONGELADOS – HAMBURGUESAS DE PESCADO CONGELADAS – HAMBURGUESAS DE CERDO CONGELADAS HAMBURGUESAS DE CARNE CONGELADAS – PIEL, CARNE, SANGRE, HUESOS CONGELADOS- TOALLAS Y TOALLONES – TOALLITAS HÚMEDAS – TOALLAS HIGIÉNICAS CON ALAS – TOALLAS HIGIÉNICAS SIN ALAS – TOALLAS HIGIÉNICAS DE USO DIARIO – TOALLAS HIGIÉNICAS NOCTURNAS – PROTECTORES CAREFREE – PROTECTOR SOLAR – BRONCEADORES – CHOCOLATE COBERTURA –TIJERAS DE PODAR – BUDINERAS – SAVARINES – SANWICHES SURTIDOS – MASAS SURTIDAS – GALLETITAS SURTIDAS – FRASCOS DE VIDRIO – POTES Y GOTEROS –AROMATIZADORES DE AMBIENTE – AROMATIZADOERS AUTOMÁTICOS – AROMATIZADORES EN SPRAY – DETERGENTE EN SPRAY – DESINFECTANTES EN SPRAY – ASPIRADORAS – ASPIRADORAS DE SUEÑOS – ASPIRADORAS DE SILENCIOS – ASPIRADORAS DE PALABRAS – DINERO – DINERO QUE HACE DINERO – PALABRAS QUE HACEN DINERO – CAJAS REGISTRADORAS QUE REGISTRAN DINERO – CAJAS REGISTRADORAS QUE REGISTRAN LA PALABRA DINERO –CÁMARAS QUE REGISTRAN LAS MAQUINAS REGISTRADORAS QUE REGISTRAN DINERO – CÁMARAS QUE REGISTRAN SILENCIOS Y PALABRAS – PALABRAS QUE REGISTRAN SILENCIOS.


SALIDA

 Tomase de la boca de la cámara detrás del orden

y registrase la negrura de la noche, las sombras en la noche

una comunidad de luciérnagas emergiendo del monte

sus minuciosas lumbres ascendiendo entre las sombras

apáguese la cámara con los nombres y silencios del mañana.

 

 

PRIMERISIMO PRIMER PLANO

 

 

Una minucia, una pelusa en el satén, un gránulo

que santigua el abismo a campanadas, entre

la mirada que ve y la mirada que mira, extraviada

entre la fe y la brillantez de la pupila, entre

la lengua longa y el labio.

Lo que ve Bernabé, Pablo lo conceptúa,

lo hebreo cóncavo en la próvida mano

la invidencia de la sabiduría, en el hueco

del ano, un agujero en el logos tertuliano.

Lo que la mano mantica toca en la nata

del matasano, titanio en el beso de la viuda barbuda

en la boca pastosa del enano, y la burbuja en la cola

de la barracuda y la sed que suda el vampiro en la

nuca de la doncella, apenas un cuello de botella

una raja, una leve hendidura en una estrella.

Es el primerísimo primer plano, un desamor,

una desembocadura en la desemejanza

que vemos cuando la imagen de Michelle Pfeiffer

nos mira y la miramos.

 

 

 

 

Ángel Oliva (Rosario-Argentina, 1970). Poeta y profesor de historia. En la actualidad, se desempeña como profesor universitario en las facultades de Humanidades y Artes y Psicología y como preceptor y como profesor en el Instituto de Educación Superior Olga Cossettini (Argentina). Ha participado de diversos festivales y recitales de Poesía en la ciudad de Rosario y del país. Ha publicado en poesía en las revistas internacionales Zunai (Brasil) y Vallejo & Co. (Perú).  Ha publicado los libros de poesía Salud (2005), En la zona de Selene (2011) y Cortes de un montaje (2019).